Las empresas modernas deben tomar decisiones en el menor tiempo posible, de manera escalable, consciente de los riesgos, colaborativa y gobernada. ¿Es posible? ¡Por supuesto! Debemos centrarnos en el aquí y ahora y seguir las recomendaciones de esta nota.
Qué es la inteligencia activa
Según los expertos, la próxima generación de empresas ganadoras serán aquellas capaces de liderar la transformación digital, que es nada más y nada menos que la integración de la tecnología en todas las áreas de un negocio, cambiando fundamentalmente la forma en que las organizaciones operan y entregan valor a sus clientes.
Es cierto que esta tendencia hacia la digitalización no es nueva, sin embargo no podemos negar su aceleración a partir de la crisis generada por Covid-19, donde las organizaciones debieron comenzar a operar y ofrecer sus bienes y servicios de manera virtual.
En este contexto, los datos y el análisis son el acelerador clave de los esfuerzos de digitalización de una organización, y las tecnologías tradicionales de inteligencia empresarial no pueden ofrecer la velocidad transformadora de información y acciones necesarias en esta era digital demanda.
Es por ello que las transformaciones digitales necesitan inteligencia activa: datos actualizados en tiempo real que promuevan acciones inmediatas para acelerar el valor comercial en toda la cadena de suministro de datos y análisis.
La transformación digital del negocio conducirá a mejores resultados y al desarrollo de nuevas capacidades comerciales. Pero se requiere de información y análisis en tiempo real para informar las decisiones basadas en datos hipercontextuales, que resultan ser el núcleo de toda empresa digital moderna.
Esto requiere un cambio hacia una canalización de análisis de datos que emplee automatización en el contexto de la captura de datos modificados (CDC).
Además, la sinergia de múltiples innovaciones de tecnología digital, como el procesamiento de flujo de eventos, el análisis de datos en tiempo real, la inteligencia artificial e Internet de las cosas requieren tecnologías que permitan el análisis de datos en movimiento y en reposo.
La inteligencia activa genera toma de decisiones eficientes, optimiza los negocios digitales a través de la automatización y combina la capacidad humana y tecnológica en pos de un trabajo conjunto.
La inteligencia activa debe ser una de las principales consideraciones en el camino hacia la transformación digital.
Las transformaciones digitales necesitan una relación mucho más dinámica con la información. Los datos tienen un alto valor comercial porque reflejan el momento actual y la información fluye continuamente hacia los procesos cotidianos, lo que permite a los usuarios interactuar con ella de manera intuitiva en cualquier momento, creando conciencia en el momento sobre todos los aspectos del negocio y el mercado.
Esta nueva situación requiere de inteligencia activa, un estado de inteligencia continua donde la tecnología y los procesos apoyan la activación de acciones inmediatas a partir de datos actualizados en tiempo real. Se trata de una gran oportunidad para impulsar la innovación y acelerar el valor para el negocio digital.
Nuevas reglas para la toma de decisiones en la modernidad
Las organizaciones que aún mantienen prácticas de toma de decisiones basadas en herramientas de datos y análisis tradicionales están optando por continuar inmersas en un pasado que detiene su crecimiento.
La modernidad exige contar con procesos de toma de decisiones correctos combinando tecnologías digitales inteligentes de automatización. ¿Por qué? Debido a las nuevas reglas que se imponen en la actualidad.
El cambio a los negocios digitales impulsará el próximo ciclo de innovación en datos y análisis para la toma de decisiones.
Somos testigos de que las decisiones estratégicas son cada vez más contextuales, más continuas y más complejas, requiriendo más conocimientos en tiempo real. Un gran ejemplo es la forma en que los datos informan las discusiones de liderazgo en Forbidden Planet. Al aprovechar la plataforma Qlik, su equipo de administración ahora puede evaluar sus métricas y conjuntos de datos en 15 minutos, en lugar de pasar reuniones revisando pilas de papel o navegando en hojas de Excel. De esta forma, cuentan con más tiempo para mirar hacia adelante y pueden concentrarse en lo que es importante y «moverse lo suficientemente rápido para aprovechar las oportunidades» en el momento.
Por su parte, las decisiones tácticas ahora requieren más gobernanza, colaboración y aprovechar la analítica aumentada. Estas decisiones operativas que se relacionan con las operaciones diarias de la empresa, que se toman repetidamente y que tienen una vida útil más corta aprovechan la analítica descriptiva y de diagnóstico aumentada para encontrar varias alternativas de decisión.
En definitiva, la nueva era digital exige una amplia gama de tecnologías que faciliten la toma de decisiones y la optimización de todos los factores que hacen a la empresa: desde el panel de control hasta la exploración de datos aumentados, desde la narración de historias a la colaboración, con una estructura de datos gobernada en tiempo real, hasta la automatización de procesos.
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