Compartimos con vos la segunda parte de las tendencias que harán que este año sea el inicio de la “desiloficación” de los datos.
La necesidad de interoperabilidad y nuevos modelos de negocio pone el foco en las APIs
Así como los datos y su uso, los ambientes tecnológicos de las organizaciones se están fragmentando. Esto significa que las plataformas de analítica tienen que ser abiertas e interoperables, con capacidad para extenderse, embeberse en otras aplicaciones y soportar APIs. Esta interoperabilidad dará origen a soluciones que se puedan embeber en flujos de trabajo, difuminando la línea entre las aplicaciones BI como las conocemos hoy en día y las aplicaciones manejadas por datos que alimentan la economía analítica.
El entusiasmo por el Blockchain originará aplicaciones más allá de las criptomonedas
Están surgiendo nuevas técnicas para procesamiento, gestión e integración de data distribuida, haciendo que la localización de los datos sea un factor menos relevante en las estrategias de información. Una de las tecnologías que se utilizarán para desarrollar aplicaciones experimentales para analítica y gestión de datos en 2018 es la de Blockchain, que promete agregar valor por la posibilidad de verificar el tipo y la autenticidad de los datos, estén donde estén almacenados.
La analítica se volverá conversacional
Aunque todavía hay valor en la visualización en tableros drag & drop, habrá una mayor aproximación a la analítica conversacional, simplificando el análisis, los descubrimientos y el storytelling, de forma que los usuarios puedan dar con los puntos de datos cruciales con mayor facilidad.
La analítica conversacional puede incluir consultas y procesamiento en lenguaje natural, además de generación aumentada por búsqueda y voz. Esta tecnología, apoyada en asistentes virtuales y chatbots a través de integración con APsI, proveerá nuevas formas de interacción con los datos.
El reporting se volverá altamente contextualizado
En 2018, el reporting se redefinirá brindando a los analistas y usuarios información altamente contextualizada, según sus intereses. Esto significa que los reportes estarán embebidos directamente en los espacios de trabajo, entregando la información indicada a la gente que la necesita, cuando la necesita. Esto cambiará el concepto de analítica y los datos van a empoderar a la gente como nunca antes.
La analítica se volverá inmersiva
Aunque los dispositivos de realidad aumentada seguirán estando muy por fuera del presupuesto de la mayoría de las empresas, los sentidos de los usuarios se podrán ver más comprometidos en el análisis a través de interfaces mejoradas, tableros proyectados en cuartos acondicionados para situaciones digitales, mejoras en el storytelling, y un incremento en las características colaborativas de las plataformas de análisis BI.
La Inteligencia Aumentada convertirá a los usuarios en participantes y facilitadores
De momento las propiedades de la Inteligencia Artificial solo pueden utilizarse para mejorar algunos aspectos de la analítica de negocio, pero en los próximos años veremos como los datos se harán más útiles gracias a la integración de la Inteligencia Artificial con tecnologías como bots y actividades automatizadas, junto con las herramientas analíticas que todos conocemos como conjuntos de datos, visualizaciones y tableros.
Sin embargo, esto no será suficiente, dentro de poco tiempo se hará necesaria la creación de la Inteligencia Aumentada: un ecosistema en el que la Inteligencia Artificial y personas interactúen y aprendan el uno del otro. 2018 promete ser el año de inicio de la Inteligencia Aumentada.
¿Cuál crees que será la tendencia BI que defina el 2018?