La renovación laboral no solo afectó nuestra forma de trabajar (donde tuvimos que reforzar el home office como modalidad principal y funcional de trabajo) sino que también cambió la forma en la que nuestros clientes trabajaban para acoplarnos a ellos.
El impacto del aislamiento social obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional inicial movió todas las fichas: al principio fue una reacción a las medidas impuestas, era de la modalidad de trabajo remota, pero a las pocas semanas entendimos que se venía una nueva «normalidad» finalizadas las medidas de aislamiento obligatorio que requería redefinir la forma de operar de la compañía. Y que nuestras tareas, funciones y servicios tenían que cambiar porque la realidad de nuestros clientes también había cambiado y ahora buscaban más información del negocio, nuevos análisis, nuevas herramientas y mejores formas de tomar decisiones ágiles para sobrevivir…
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